AMLO, ¿brujo o adivino? || Por Francisco Ruiz

Martes 1 de diciembre 2020. Me siento sumamente agradecido con las personas que amablemente me hicieron llegar sus felicitaciones con motivo de mi cumpleaños número 33. Un gran amigo de Mexicali me dijo que es una edad “cabalística”; mientras, en Tijuana me dijeron que me cuidara porque “A esa edad crucifican a los rivales político-religiosos”. Entonces, tendré que cuidarme de los “romanos”.
Pareciera que el presidente de México es brujo o adivino. No sé si “Juárez” se le apareció en forma de pajarito, como “Chávez” a Maduro, pero el señor López arribó a tierras bajacalifornianas justo cuando los consejos políticos del PRD y del PAN dieron el visto bueno para formalizar una coalición electoral para la elección de 2021. Aunque la alianza no se hizo “al vapor”, por el contrario, lleva meses con acercamientos y coqueteos, la llegada del jefe del Ejecutivo federal -casualmente- cayó “como anillo al dedo”.
La reacción del primer mandatario no se hizo esperar pues hoy, en su conferencia de prensa matutina de casi dos horas, declaró que “hay un cartel diciendo: ´si no nos juntamos esto se acaba´. Dicen los intelectuales orgánicos, los periódicos conservadores, los políticos corruptos de los partidos, es decir, la unida´ de todo…yo creo que esa alianza en contra les va a afectar más…Lo que es malo para ellos es bueno para nosotros”. Queda claro que su ánimo conciliador siempre sale a flote.
El dueño de los calificativos, digo, el dueño de la verdad, digo, el señor presidente remató: “imagínense los que pensaban que el PRI era una cosa y el PAN otra, y el PRD otra, y ahora todos juntos, pues va a tener un efecto de bumerán, un efecto contrario, les va a perjudicar mucho”. Pero la cosa no paró ahí: “si es muy vergonzoso, ¿no? Imagínense qué estaría diciendo Manuel Gómez Morín si viviera o don Jesús Reyes Heroles o Carlos Madrazo, padre finado, bueno y los fundadores del PRD”.
Es curioso como a pesar de tener una memoria privilegiada para ciertas cosas, el tabasqueño “olvida” otras. Por ejemplo, que el militó en el PRI y fundó el PRD, y qué decir de personajes de los que se rodea, como Manuel Bartlett, Germán Martínez o la interminable lista de perredistas que fueron tras el “hueso” morenista. En el Gobierno de Baja California el panorama es muy similar: Amador Rodríguez Lozano, Catalino Zavala, Nancy Sánchez, Salvador Morales y un muy largo etcétera. Las constantes son: dejar que sigan sangrando al erario y quedarse con los personajes más desprestigiados. Aparentemente, encuentran cierto placer en “escupir al cielo”.
Este fin de semana, el canto de las sirenas se escuchó en los seis municipios de Baja California. Muchos presumieron animosos a sus gobernantes y se mostraron airosos ante el mensaje lopezobradorista, aunque, desde mi perspectiva, la medición es otra. Si tan seguros están de que la coalición de partidos opositores no tendrá eco y de que los gobiernos de MORENA ofrecen buenos resultados a la sociedad, ¿para qué venir a “calentar motores”?
Otra cosa que se reafirmó es que el gobernador, los alcaldes y hasta legisladores sobreviven como peces que se adhieren a los tiburones, en este caso, al presidente. Bien por Andrés Manuel, triste realidad por los improvisados políticos. Pareciera que la visita presidencial tuvo como propósito recuperar el terreno electoral que el gobernador ha perdido, ¿no me cree? Entonces, ¿a qué vendrá antes de que arranquen las campañas? Se lo dejo de tarea.

Post Scriptum. “Todo es política”, Thomas Mann.

* El autor es catedrático, escritor y consultor político.

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