Por: Erik Galván
Playas de Rosarito.- Fue el pasado sábado 22 de mayo, cerca de las 13:00 horas, que una menor de 10 años de edad fue violentada sexualmente por su padrastro, mientras la madre de la niña se encontraba trabajando.
La señora narró que su hija no se encontraba sola, pues en la misma casa estaba su otra hija de 18 años, las cuales se encontraban jugando a las afueras de la vivienda, pero fue en cuestión de segundos cuando su hija menor ingresó a la vivienda y su padrastro intentó abusar de ella mientras él se encontraba en estado de ebriedad dentro de la vivienda.
“Los niños andaban jugando en la calle, mi niña entró y la agarró de la mano a la niña, la jaló, dice mi niña que nunca pensó porque ellas le llamaban papá, porque yo tenía seis años con él, me dijo ‘yo pensé que mi papá me estaba hablando, pero cuando él me jaló fuerte yo me asusté, me quiso besar y me metió la mano entre las piernas’, dice que ella se salió y le dijo a mi hija, mi hija me habló”.
De inmediato la hija mayor llamo a la señora Eva para contarle lo sucedido y entonces tomó un taxi desde su trabajo, pero al llegar a la casa su pareja ya no se encontraba, y muchas de las pertenencias del hombre tampoco estaban, pues había huido del lugar.
Al llegar los elementos policíacos acompañaron a la señora Eva a interponer una denuncia en la Fiscalía en Rosarito.
Pensó que sería atendida rápidamente por ser un abuso sexual, esperando ubicar al agresor rápidamente antes de que huyera, pero ya han pasado más de tres días desde los hechos y apenas se le tomará el testimonio a la menor el próximo viernes.
“En la Fiscalía mi hija declaró lo que había pasado, pobrecita toda temblorosa, toda asustada y preguntándose por qué él había hecho”, ‘por qué mi papito me hizo esto’, de aquí me llevaron al ministerio, me dijeron que no estaba quien tomaría la declaración, el domingo vine y nada, ayer lunes vine y me dijo la licenciada que dentro de ocho días, ya me dijeron que para el viernes, con la psicóloga y la licenciada le tomarían la declaración”.
Mientras la señora Eva se la pasa dando vueltas a la Fiscalía para que la atiendan, el agresor sexual se encuentra en libertad, narra tener miedo, pues su expareja podría hacerles daño.
“Estoy molesta, triste de todo lo que está pasando, yo lo que quiero es justicia, porque si eso le hizo a mi niña, qué se puede decir, es un violador y anda suelto, porque una persona normal no hace eso, si mi niña no se suelta, él hubiera abusado de ella”.
El agresor de 46 años de edad se llama Cipriano, anteriormente trabajaba de taquero en un negocio en la zona centro, cualquier dato que pudiera servir para dar con su paradero se pide llamar al 911 de manera anónima.