Tijuana, 01 de julio de 2024.- La mala gestión de los residuos peligrosos es causa de enfermedades, contaminación del aire, suelo y mantos acuíferos. Su incorrecta disposición en Tijuana y el resto de los municipios de Baja California, impacta al medio ambiente, así como la calidad de vida de sus habitantes y las especies.
Esta ciudad fronteriza ubicada en la zona considerada como la más visitada del mundo, mezcla al menos 50 toneladas de residuos peligrosos al día con la basura común, según el Centro de Innovación y Gestión Ambiental México A.C., dirigido por el IBQ. José Carmelo Zavala Álvarez. Esto se debe a la falta de cumplimiento de las normas ambientales.
“Esta pequeña generación de residuos peligrosos está fuera del radar y vigilancia de la autoridad federal. Por lo tanto, el Gobierno Municipal tiene que tener una definición y actuar en consecuencia, ya que se mezclan con la basura común. El Generador los mezcla y el recolector municipal no distingue. Por 30 o 50 pesos se va todo en el camión recolector y estos químicos tienen un efecto multiplicador”, explicó.
El experto en temas ambientales detalló que los residuos peligrosos son aquellos con características de peligrosidad, como corrosividad, reactividad, explosividad, toxicidad, inflamabilidad o de riesgo biológico-infecciosos. También se consideran peligrosos los envases, recipientes, embalajes y suelos que hayan sido contaminados.
Por ejemplo, una pila común gastada puede contaminar hasta 3 mil litros de agua; una pila alcalina a base de mercurio 160 mil litros y una pila de reloj hasta 600 mil litros de agua. Un litro de aceite de motor usado puede contaminar un millón de litros de agua.
Se estima que, a nivel mundial, se generan entre 300 y 500 millones de toneladas de residuos peligrosos al año, una cifra que va en aumento. En los últimos 30 años el volumen ha crecido un 500%.
En la ciudad de Tijuana hay por lo menos 3 mil negocios generadores de este tipo de residuos, entre los que destacan talleres mecánicos, estéticas, talleres de pintura, herrerías. A estos generadores se suman los hogares que desechan focos ahorradores de energía, medicamentos caducados, pilas, electrónicos, restos de pintura, ácido para limpiar sanitarios, fertilizantes para plantas, etc.
Zavala Álvarez, señaló que el municipio de Tijuana contempla la regulación de los residuos peligrosos al momento de solicitar la licencia de operación municipal, desafortunadamente, hay carencia de supervisión y correcta implementación.
“creo que la pequeña generación de residuos peligrosos debe de enfrentar un obstáculo para que no se mezclen con la basura común. Ya se hace el intento en Tijuana, pero falta una mejor implementación y que otros gobiernos municipales adopten estas medidas para no ser víctimas de nuestros propios desechos”, concluyó Zavala Álvarez.