Por Erik Galvan
Playas de Rosarito.- María tiene que sacrificar cumpleaños, reuniones escolares y familiares y hasta el Día de las Madres para poder ayudar a personas.
Ella es paramédico de la Cruz Roja de Rosarito, trabajo que ha desempeñado por cerca de cinco años, pues desde muy pequeña le ha nacido el amor por ayudar al prójimo.
Actualmente su hijo tiene 9 años de edad, señala que ha sido muy difícil durante años el poder darle la atención adecuada, pues las jornadas de un paramédico son largas, lo que le ha hecho perderse de cumpleaños.
“Al principio sí fue muy difícil, ya conforme va pasando el tiempo uno se va acostumbrando, pero sí sigue siendo en algunos momentos difícil porque hay veces que te pierdes muchas cosas, por ejemplo, en la escuela, algunos días especiales”.
Hoy 10 de mayo, Día de las Madres, ella se encontrará trabajando para responder a los llamados de emergencia, estando en contacto por llamada telefónica con su hijo, pero señala se debe adecuar a las fechas, pues ayer pudo celebrar con su familia sabiendo que este día estaría laborando.
“El lado de estar con mi familia ya ayer lo tuve, entonces ahorita es como cualquier otro día, aquí paso cumpleaños, aquí paso fechas especiales, ya se me hizo algo normal, ya no es tan difícil como al principio”.
El ser paramédico y estar trasladando a pacientes de Covid fue muy difícil al principio, tuvo que estar poco más de dos meses fuera de su casa, pues tenía miedo de contagiar a su hijo o a su familia.
“No vi a mi hijo, no vi a mi familia por dos meses, ya después de dos meses que vimos cómo estaba la cosa, fue cuando regrese a mi casa”.