LA NOCHE DE LOS NAHUALES║Benjamín M. Ramírez
UNA TIERRA OLVIDADA O LOS RECLAMOS DE DANTE Y LAS PROMESAS PARA MI PUEBLO
A pesar de ser una región próspera y generosa, fértil y productiva, el Valle de San Quintín, —elevado a rango de municipio en la actual administración—, se mantiene al margen del desarrollo que caracteriza a toda la península de Baja California.
Es la región de la explotación, tanto de las tierras como de los peones que soportan los inclementes rayos del sol, en jornadas extenuantes de trabajo. El proletariado apenas puede cubrir sus necesidades básicas de sobrevivencia y a nadie parece importarle. Las tierras se volverán, con la sobreexplotación y el uso desmedido de fertilizantes, en zona infértil.
También es la tierra del olvido.
Y lo peor, los incontables baches y carreteras deterioradas al pasar por Ensenada, donde el actual alcalde busca la reelección. No sé cómo podrá convencer a los ciudadanos frente a la situación de inseguridad, la falta de agua y de infraestructura en caminos y calles.
En general, el camino para llegar a San Quintín se encuentra en buen estado. Algunos tramos requieren de atención. Lo que me llama la atención es la falta de visión de quienes encabezan la administración pública en sus diversos niveles para hacer del Valle y de la bahía de San Quintín, el detonador del desarrollo: quizá una autopista, centros eco-turísticos, producción piscícola, y sobre todo, elevar las condiciones de vida de la población migrante que ha llegado para quedarse.
Lo más preocupante para mí, en toda la península, es la falta de voluntad política para evitar las descargas de aguas residuales sin tratamiento al océano pacífico. Desde Tijuana hasta Guerrero Negro, la situación debe estar en la agenda de todos: ciudadanos, autoridades y aspirantes a cargos de elección popular.
¿Qué les cuesta invertir en infraestructura carretera y sus ramales?
San Quintín es la región más explotada y desatendida en toda la península de Baja California. Quizá el Valle de San Quintín no es electoralmente atractivo. Quizá a nadie le importe. Quizá, el grueso de los votos está en la frontera.
En otro orden de ideas, me gustaría que Dante Delgado reclamara con el mismo ahínco ante la muerte de cada ciudadano. Espetó y vociferó reclamo tras reclamo en contra del Presidente de la República, pero ni una sola palabra en contra de la administración estatal de Pavlovich. Reclamó la muerte de su candidato, pero no la muerte de cualquier ciudadano común víctima de la descomposición social que aqueja al suelo patrio, desde décadas pasadas.
Dante ha mantenido un silencio ominoso, de burla, de aticismo —más bien irónico—, de complicidad, de omisión. Hoy aprovecha la sangre y la muerte del aspirante al gobierno municipal de Cajeme para reclamar lo que nunca ha demandado en sexenios pasados, ante las atrocidades cometidas en contra de miles de inocentes.
En otro orden de ideas: desde estas líneas quiero agradecer el detalle tan atinado para celebrar el DÍA DEL MAESTRO, en las instalaciones del Instituto México de Baja California. Bajo medidas estrictas de seguridad y sanidad, directivos y padres de familia, agasajaron a sus docentes con bombo y platillos con una caravana de vehículos.
Evento que nunca olvidaré —único en su tipo— en mis 26 años de trayectoria en la docencia. Gracias al director general, doctor Eduardo Martínez; a la directora de bachillerato, doctora Zaira Vega; a la coordinara académica, maestra Claudia Rodríguez, a los padres de familia —y a todos los trabajadores que se involucraron en este evento—, por este festejo y agasajo a los maestros en su día.
Un día inmemorial.
Y siguiendo con los festejos, los maestros de Colegio de Bachilleres y de otras Instituciones, públicas y privadas, bajo el inalienable derecho de su libertad y libre albedrío, refrendaron el apoyo a la candidata a la presidencia municipal de Tijuana, Monserrat Caballero.
Agradeciendo de antemano la invitación, quiero señalar que a Caballero le falta la sonrisa espontánea, franca, abierta. La noté nerviosa, preocupada, tensa: al discurso le faltó fluidez, tenacidad y, sobre todo, saber supeditar al auditorio. A lo mejor Monserrat se debe persuadir, a sí misma, con el halo de la victoria y, de antemano, tener la capacidad de poder convencer de que ella es la mejor opción.
Nadie puede cantar victoria antes de tiempo y han sido mucho los yerros que pudo haber evitado con un poco de sagacidad. Desde esta tribuna le propongo un plan integral de vialidad para que todos evitemos perder tanto tiempo para llegar felizmente a destino.
Y para concluir. En mi terruño veracruzano, un candidato se atrevió a decir barbaridades: una terminal de camiones, una plaza comercial, empleos temporales y cinco pozos de agua, entre otras promesas.
El firmante y su hermano han mantenido un cacicazgo de casi 12 años de gobierno familiar, uno y otro se han rotado la silla de la presidencia municipal, frente a los reclamos recurrentes de empleados municipales, ante la ola de inseguridad que azota a la región y su omisión como primera autoridad respondiente para velar por la seguridad de sus ciudadanos.
¡Y el agua!
Es irónico que una región con abundantes fuentes de agua, ríos, arroyos, manantiales y 12 años de la VAZQUEZCRACIA, no hayan encontrado la fórmula para responder a los ciudadanos frente a este tema tan sensible.
Concluyo: el pueblo tiene el gobierno que se merece, dice la sabiduría popular.