Contaminantes emergentes: el riesgo invisible que amenaza la salud

En 2020, el consumo mundial de productos farmacéuticos superó los 4,500 millones de dosis, un aumento del 24 % respecto a 2015. Más de la mitad de la población mundial utilizó al menos una dosis de estos productos.

Tijuana, Baja California, 9 de diciembre de 2024. –  La contaminación ambiental ha alcanzado niveles alarmantes, estrechamente relacionados con el creciente nivel de vida y el consumo masivo de compuestos químicos sintéticos. Este fenómeno, poco visible para la mayoría de la población, está generando un impacto devastador en los ecosistemas y, potencialmente, en la salud humana. Jessica Castañeda Castillo, ingeniera química y asesora técnica del Centro de Innovación y Gestión Ambiental México A.C. (CIGAMX), advirtió sobre los riesgos asociados a los llamados contaminantes emergentes.

 

“Los contaminantes emergentes son sustancias que, aunque no son nuevas en el medio ambiente, no se habían reconocido antes como un peligro significativo. Entre ellos se encuentran fármacos, hormonas, drogas de abuso y productos de cuidado personal, los cuales están presentes en las aguas residuales y, en muchos casos, incluso en las aguas tratadas”, explica Castañeda, experta en temas medioambientales y egresada del Programa LEAD por El Colegio de México.

 

Estos compuestos no son eliminados por los tratamientos convencionales de aguas residuales, diseñados principalmente para eliminar materia orgánica. Como resultado, acaban siendo liberados en mares, ríos y otros cuerpos de agua, donde generan una contaminación persistente y acumulativa.

•Se estima que el 95 % del naproxeno sódico consumido se excreta en la orina.
• Se estima que el 95 % del naproxeno sódico consumido se excreta en la orina.

Un ejemplo preocupante es el de los estrógenos sintéticos utilizados en anticonceptivos y terapias de reemplazo hormonal. Estudios estiman que las mujeres que consumen anticonceptivos excretan aproximadamente 35 microgramos de estos compuestos diariamente. “Los estrógenos representan un riesgo ambiental debido a su alto potencial de persistir en los ecosistemas.”, señaló Castañeda.

 

Otro caso significativo es el de los fármacos como el naproxeno, el diclofenaco y el ibuprofeno. Se estima que el 95 % del naproxeno sódico consumido se excreta en la orina. Investigaciones han demostrado que el diclofenaco afecta la reproducción de peces, altera sus funciones cardiacas y modifica su comportamiento, mientras que el naproxeno puede impactar su desarrollo y morfología, y el ibuprofeno influye negativamente en el crecimiento de microorganismos esenciales para los ecosistemas.

•Estudios estiman que las mujeres que consumen anticonceptivos excretan aproximadamente 35 microgramos de estos compuestos diariamente.
• Estudios estiman que las mujeres que consumen anticonceptivos excretan aproximadamente 35 microgramos de estos compuestos diariamente.

La pandemia de COVID-19 exacerbó esta problemática. En 2020, el consumo mundial de productos farmacéuticos superó los 4,500 millones de dosis, un aumento del 24 % respecto a 2015. Más de la mitad de la población mundial utilizó al menos una dosis de estos productos, y gran parte de ellos terminó en el agua a través de la orina.

 

Ante este panorama, Jessica Castañeda lanza una alerta urgente y destaca la necesidad de actuar en tres frentes fundamentales:

 

  1. Consumo responsable: La ciudadanía puede ser consciente del impacto ambiental de su consumo de productos químicos y adoptar prácticas más sostenibles en su vida diaria.
  2. Tecnología avanzada para el tratamiento de aguas residuales: Es imprescindible diseñar y adoptar procesos de tratamiento más efectivos, capaces de eliminar estos contaminantes emergentes antes de que lleguen a los cuerpos de agua.
  3. Regulación y control: Las autoridades podrían establecer un marco regulatorio que limite los niveles permitidos de estos compuestos en el agua, garantizando así la protección de los ecosistemas y la salud pública.

 

“El desafío es enorme, pero no podemos ignorarlo. La contaminación por contaminantes emergentes representa una amenaza global que demanda acciones inmediatas y coordinadas entre ciudadanos, gobiernos y la industria. No se trata solo de mitigar el daño; se trata de garantizar un futuro sostenible para las próximas generaciones”, concluyó Castañeda.

 

El impacto de los contaminantes emergentes no solo recae en los ecosistemas. Los daños al equilibrio ambiental tienen repercusiones directas e indirectas en la salud humana, especialmente en comunidades que dependen de fuentes de agua para su consumo o actividades económicas.

El Centro de Innovación y Gestión Ambiental México A.C. (CIGAMX) reitera su compromiso de seguir impulsando iniciativas y políticas públicas que contribuyan a enfrentar este desafío.

 

En nuestro compromiso con la educación ambiental, contribuimos con el Seminario Permanente Para el Desarrollo Sustentable. Expertos en diferentes especialidades relacionadas a la gestión ambiental y el desarrollo sustentable acumulan un acervo de 88 horas disponibles para consulta en internet. https://www.youtube.com/playlist?list=PLdNEcwH7nvwXdL5oKTk-ncfvgKvw9QrsD

 

El próximo 11 de diciembre a las 18:00 horas, Horario del Pacifico, nos acompañara la Dra. Andrea Cruz Angón, Coordinadora de Estrategias y Políticas en Biodiversidad de la CONABIO, con la ponencia “Importancia de la Integración de la Biodiversidad en los Sectores Privado y Financiero”.

 

Regístrate y acompáñanos: https://cigamx.org/event/importancia-de-la-integracion-de-la-biodiversidad-en-los-sectores-privado-y-financiero/

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