León, Guanajuato.- El parto no esperó y la fuente se rompió a bordo del taxi en el que la embarazada iba camino a un hospital de la ciudad de León, Guanajuato, para dar a luz.
Había que atender ahí y de inmediato. La llamada de una mujer exaltada entró al 911 pidiendo ayuda para una joven mujer que yacía recostada en el asiento trasero del automóvil de renta.
Fue la tarde del pasado domingo cuando María de los Ángeles, de apenas 19 año de edad, trajo a este mundo a una niña en el asiento trasero de un taxi que no tuvo más opción que aparcar en el cruce del bulevar Juan Alonso de Torres y la calle Manuel J. Clouthier, de la ciudad de León, Guanajuato.
Los gritos de dolor de la joven madre se escuchan en la llamada, mientras que la telefonista empezó a dar indicaciones para continuar con la labor de parto en lo que llegan los paramédicos al lugar.
Ahí familiares, taxista y agentes policiacos fueron testigos de lo que es un parto, pues todos tuvieron que brindar ayuda a la joven mujer quien sin anestesia alguna tuvo que parir a una niña.
Debido a que todos desconocían lo que tenían que hacer para ayudar a la joven en el parto fue una telefonista del 911, quien además se identificó como paramédico, quien ayudó aún en la distancia con el parto.
En un video que ha dado a conocer la dirección de Seguridad Pública de León sobre la llamada telefónica se puede escuchar a una mujer quien con voz pasiva va realizando preguntas y en respuesta da indicaciones a las personas que estaban auxiliando a María de los Ángeles en su labor de parto.
“Voy a hacerle compañía hasta que llegue la unidad… Vamos a hacer lo siguiente… ese bebé va a salir solito, no necesito que metan las manos, solamente vamos a meter las manos si vemos que empieza a salir”, explicaba la telefonista a las personas que estaban junto a la joven madre.
De pronto se escuchó el llanto y la telefonista preguntó “¿Ya salió? Necesito que la cubra por favor, inmediatamente cúbrala… Vamos a retirar el exceso de baba y de saliva de nariz y boca… Una vez que ya le hayan quitado esto necesito que la coloquen de lado y froten su espalda de arriba a abajo… No le vayan a cortar el cordón ¿De acuerdo? Tampoco la jalen mucho… Ya lloró, necesito que solamente la cubran muy bien, por favor”, continúo indicando a los hombre y mujeres.
Los llantos de la nena quien recién conocía el mundo se hacían notar “¿Es una niña?” preguntó la paramédico mediante la línea telefónica recibiendo un sí por respuesta. Al fondo se escuchó la sirena de una ambulancia quien anunciaba la llegada de ayuda médica.
Junto con los paramédicos de la Cruz Roja llegó un ginecólogo, quien se identificó como el doctor Tovar y tras ver a la niña dijo a la telefonista, a la madre y a las demás personas ahí presente que la pequeñita estaba en buen estado de salud.
De inmediato procedió a encargarse de dar atención a la madre y le dio a cargar a su bebita, por lo que la telefonista y paramédico se despidió con el orgullo de haber cumplido perfectamente con su gran misión del día.
Madre y bebé fueron subidas a la ambulancia y llevadas a un hospital en donde recibirían la atención pertinente que se da en cualquier labor de parto.
FUENTE: https://www.debate.com.mx/